27 de mayo de 2012

Nunca más, pero mientras...

Llega el momento, hora de despedirse sin saber cuándo nos volveremos a ver. Horas que volverán a formar parte del pasado, recuerdos que esta vez sí los pudimos cerrar bajo llave. Llave que quedará dibujada bajo un candado para que solo pueda ser abierto por esa persona, esa que no espera a que tú le hables para iniciar una conversación; esa que te hace jugar con el fuego hasta casi quemarte; esa que te hace sentir la Semana Santa casi en verano; esa que no te mira, te seduce; esa que no te sonríe, desea comerte a besos; esa capaz de convertirse en la fiel portadora de dicha llave. 

Las agujas del reloj parecen girar hacia la izquierda. Nada más lejos de la realidad, están paradas, no giran, no hay tiempo. Días, semanas, meses, años, etc., ya no hay impedimento que se ponga por delante, el tiempo nunca fue, ni será un obstáculo. 

Lugares que ya había visto antes, sentimientos que volvían a surgir, y recuerdos que regresan para no volverse a ir. No sabemos si hemos hecho lo mejor o lo peor, pero eso ya nunca lo sabremos. Aunque eso sí, nunca te arrepientas de lo ocurrido, pues el que no arriesga, no gana. 

Casualidad es demasiado tiempo para no habernos cruzado nunca en la misma acera, pero más casualidad es que empezara el año y nos cruzáramos con una sonrisa. La, le, te, me, nos..., no son más que palabras que han provocado una unión que deseaba unirse desde hace tiempo para forjarse aún más fuerte. 

Nunca dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Eso decían también los mayas, al igual que el mundo se nos acaba estas navidades. Algo de locura se nos habrá pegado de estos pequeños sabios. 

Parecía la primera vez pero no, ya estábamos acostumbrados, solo que habíamos perdido la costumbre. El tiempo pasa y la gente madura. Además, no viene mal que el tiempo pase, siempre que nuestras almas sigan unidas mientras nos quedamos quietos. 

Así que vamos a considerarlo una despedida cerrada bajo llave, algo que nunca fue un adiós, sino un hasta pronto. 


Una llama que nunca se apagó.

Valora tu alrededor

No es fácil sentarse día tras día ente un ordenador luchando por aquello que más preciamos, por nuestro sueño, por nuestro objetivo. Pocas veces apreciamos todo aquello cuanto tenemos, mas algunos deberíamos dar las gracias a Dios por haber nacido en una familia que nos ama, por tener unas amistades que nos quieren, y por pertenecer a un amor que daría la vida por nosotros. 

Más de uno necesitamos darnos una vuelta por uno de estos barrios moribundos que no os creáis que están muy lejos, solo tienes que subir a la azotea para verlos. Ver ese niño caminando por la calle descalzo agarrado de la mano a su hermana pequeña semi-desnuda. Ahí es cuando verdaderamente valoras lo que tienes, donde has crecido y las posibilidades de poder llegar a lo que te propongas. Por lo que a nadie le faltan fuerzas, lo que les falta a muchos es voluntad.

15 de mayo de 2012

Preso del pasado

Maldito tiempo pasado que tenemos que vivir para soportar un presente angustioso y agotador. Tiempo en el que todo salía mal, no había opción ni de optar a la suerte. Momento en el que no pensamos nuestros actos, y nos dejamos llevar por nuestros impulsos. Impulsos que se pagan caros y no caen en el olvido tan fácilmente. 

Creíamos ser los más felices, que vivíamos en un mundo de ilusiones, que todo lo que pedíamos nos lo ofrecían con una sonrisa. No conozco el paraíso, y si existe todavía lo ando buscando. 

Llega el presente, lágrimas al vuelo, fatigas por recordar, y alegrías que se vuelven tristezas. Arrepentimiento es lo mínimo que sabes decir, aunque no hay de qué arrepentirse. Toda etapa por muy dura que sea, nos sirve para madurar en esta corta vida. A unos les llega antes a otros les llega más tarde. 

Sin embargo, hay un botón en nuestra mente que muy pocos lo pulsamos. Una tecla que nos borra el pasado inmediatamente, nos transporta al presente más inmediato, y recicla todo forraje inmediato de lo que no fue, pero que puede volver a ser. 

Ahora es cuando toma sentido la vida. El esfuerzo diario por luchar en esta vida, por llegar a esa persona reconocida por tus propios méritos, el hijo modelo que todo padre quisiera tener, el marido perfecto que toda mujer gustaría hacer el amor, el padre que se viste con gotas de sudor y el abuelo cauteloso encantado de sus nietos. 

La vida es corta, como para estar pensando en el pasado. Imagínate un mundo en el que día a día sales a la calle y empiezas de cero, gente nueva, amigos nuevos. Olvida lo que pasó hace tiempo, céntrate en tu labor de hoy. Ama cuanto puedas y ríe cuanto quieras.