Ya estoy por aquí de nuevo, perdonadme pero ni recuerdo la última vez que os escribí. Entre el verano tan ajetreado que he tenido y el comienzo del curso, pues como que no he podido ni pegarme una buena siesta.
Lo primero, es que todo ha salido bien en junio, que este verano no he parado de viajar de un lado hacia otro, y que cada vez estoy más contento con mi gente, mis amigos y con ella, que tiene el cielo ganado por aguantarme.
Después, contaros que me dieron el destino Erasmus a Braga, pues para el resto de países este año pedían un mínimo de idioma certificado. Algo compatible con mi inglés del B1, a no ser porque pedían el C1 para países de habla anglosajona. Así que no me quedaba otra que Portugal, ya que no exigían ningún idioma.
Y aquí llevo un mes justamente hoy en Braga, una ciudad bella para vivir, apasionada para conocer y fiestera para disfrutar. Los días para los estudiantes que venimos de fuera se te hacen cortos entre papeleo en la universidad, las clases y los eventos nocturnos. No hay quien haya pegado ojo en estas 4 semanas.
Noches de cumpleaños para un piso, noches de cerveceos para otro, y noches de risas en el de todos. No hay día en el que no te hayas reído un rato con tu compañero de piso; no hay día en el que no te digan pues mira este anoche cómo iba..., pues mira el otro...; no hay día en el que te pares a ordenar tus apuntes, eso aquí no existe; y finalmente, no hay día en el que tus amigos españolitos Erasmus no tengan plan para salir por la noche.
Son muchos días los que sales de fiesta y ves de todo, muchas noches en las que te conviertes en mero búho de la noche. Con fuerza llegaron mis compañeros a Torre Verde, el edificio por excelencia de los Erasmus españoles. Esto es un no parar, y ellos pues normal, también vienen a disfrutar.
Es normal que vengas a pasártelo bien de Erasmus, y también normal que vengas con la idea de estudiar lo mínimo posible, o incluso nada. Cierto que haces poco, o por lo menos intentas arreglártelas para coger las asignaturas que menos trabajo tienen. Somos así de flojos, o así de listos.
Pero todo lo formal que tenemos de día, lo perdemos de noche. A demasiados nos ciega la noche, y algunos hasta pierden la cabeza por ella. Parece que por estar a más de 500 kilómetros de sus hogares ya pueden con cualquier cosa en su vida. Y es verdad, cada uno es libre de hacer lo que quiera con su vida. Pero escuchen, en la ciudad donde viven en España o incluso muy cerca, estoy seguro que pueden hacer lo mismo que aquí están intentando. No entiendo por qué esa "exaltación Erasmus" como si fuera el fin del mundo.
En este mes la frase que más habré escuchado por los estudiantes Erasmus es "Aquí se viene a follar". Correcto, es lo más sano que hay para el resfriado y para el dolor de cabeza. Pero esto ya está sobrepasando unos límites extremos. Aquí parece que todo el mundo viene sin novia, y el que la tiene pasa olímpicamente de ella, la pobre no cabrá ni en el avión. Yo no voy a ser aquí el padre de todos, es más, me da exactamente igual lo que hagáis con vuestro año Erasmus, disfrutarlo lo más que podáis, pero tened cabeza. Que españoles somos muchos, y ese buen "feeling" que tenemos todos no tendría que romperse por esos líos que estáis teniendo entre unos y otros.
Y otra cosita, eso que llevo escuchando que todas las relaciones terminan rompiéndose de Erasmus. Mira lo que les digo a estos, yo no pensaba venir con novia, pero mira, surgió y aquí la tengo. Empezó siendo una amiga y ya mismo hacemos más de un año, algo de lo que estoy muy orgulloso. Virginia Gálvez González se llama, y lo pongo por escrito, para que cuando llegue junio digáis pues joder, sí que la quería. Dentro de todo el mamoneo que estoy viendo por aquí, no hay mujer en este mundo que a día de hoy me haya aportado tanta felicidad en tan poco tiempo, algo que muy pocos pueden decir. Y no me voy a poner moñas por aquí, es algo que nunca me gustó públicamente pero mira, algún día tenía que llegar, y que mejor que con ella. Creo que queda bastante claro.
Así que españolitos, a disfrutar y vivir la vida cada uno a su manera, que no todos somos iguales. ¡Que tengáis un feliz año Erasmus!