13 de octubre de 2013

Gracias

Hoy querría hablaros de esas personas que están en todo momento pendiente de nosotros. Personas a las que sin decirles nada, saben en el mundo en el que vivimos. Personas que no hace falta acudir a ellas, son nuestros guardianes que nos ayudan en todo momento.

Muy pocas veces somos agradecidos con ellos, pero siempre tienen una sonrisa para nosotros. Nadie es perfecto, y ellos nos mantienen los pies en el suelo. Tampoco podemos caer bien a todo el mundo, y ellos nos lo recuerdan día tras día.

Un día nos levantamos con mala cara, y lo primero que hacemos es pagarlo con ellos. Sin culpa de nada, sin dirigirnos una palabra y a la primera de cambio, son los culpables de todo. Nos enfadamos, discutimos, nos peleamos y después nos arrepentimos. Lo peor es que muy pocas veces somos conscientes de ello, y lo concebimos como una mera rutina.

Desde aquí hago un llamamiento a esas personas que se preocupan por los demás, ángeles que cuidan del resto antes que de sí mismo, ellos que nunca tienen una mala palabra para el compañero, gracias por ser así. 


Gracias por darnos esos buenos días todas las mañanas. 

Gracias por no tener nunca una mala cara para nosotros. 
Gracias por ofrecernos todo cuanto tenéis. 
Gracias por todo, nunca cambiéis. 

11 de octubre de 2013

Sonríe a la vida

Hoy en día vivimos en un mundo utópico donde todo nos lo venden con una sonrisa y queremos parecernos a esos que vemos en la tele, en las revistas o incluso en el cine. No nos engañemos, no son más que la cruda realidad que vive la sociedad pretendida a verse reflejada en ellos.

No se trata de asemejarse a nadie, sino de ser tú mismo. Detractores vas a tener siempre, te portes de una manera u de otra. No pidas consejos de actitud, abre tu mente a la sociedad y compórtate como eres realmente. Deja que la gente te conozca, hazte valer y nunca agaches la cabeza. Siempre habrá alguien que esté en una situación peor que tú. 

Detalles, tonterías por las que nos enfadamos y a veces incluso discutimos hasta dejar de hablar a esas personas que tanto queremos. Pero hay algo más en eso, algo que nos come por dentro y que a muchos nos sobra hasta límites insospechados, el orgullo. Eso que te hace levantar la cabeza hasta no saber donde pisas y sin saber muy bien el por qué. Más de uno deberíamos tragárnoslo y saber pedir perdón. 

Hoy hace mal día, se me rompieron los zapatos, perdí la pulsera y me viene la regla, son algunas de las cosas por las que ya ni damos los buenos días, por las que ni dirigimos la palabra al compañero de al lado. Qué te habrá hecho esa persona para que le vuelvas la cara. Detalles insignificantes por los que perdemos la cabeza sin darnos cuenta que hay gente que lo está pasando verdaderamente mal, niños que no saben lo que son zapatos, que las pulseras no están en su diccionario y que la lluvia es agua bendita para ellos.

Otra cosa es que cada día nos volvemos más egoístas con la familia. Esos que nos ofrecen un techo para dormir, esos que nos alimentan cada día, esos que derraman gotas de sudor para que podamos vivir el día de mañana. Esos ángeles a los que muy pocas veces les decimos un "te quiero" por la mañana, algo tan insignificante para nosotros pero tan grandioso el valor para ellos que lo dejamos pasar por alto día tras día. Cuando se nos vayan lloraremos por su pérdida, pero ya será demasiado tarde y entonces valoraremos el tiempo perdido mientras vivían con nosotros.

Así que levántate con una sonrisa por las mañanas, da los buenos días que no cuesta dinero, ama a tu familia por encima de todo y vive tu vida con ganas de comerte el mundo.


8 de octubre de 2013

¿Erasmus u Orgasmus?

Ya estoy por aquí de nuevo, perdonadme pero ni recuerdo la última vez que os escribí. Entre el verano tan ajetreado que he tenido y el comienzo del curso, pues como que no he podido ni pegarme una buena siesta. 

Lo primero, es que todo ha salido bien en junio, que este verano no he parado de viajar de un lado hacia otro, y que cada vez estoy más contento con mi gente, mis amigos y con ella, que tiene el cielo ganado por aguantarme.

Después, contaros que me dieron el destino Erasmus a Braga, pues para el resto de países este año pedían un mínimo de idioma certificado. Algo compatible con mi inglés del B1, a no ser porque pedían el C1 para países de habla anglosajona. Así que no me quedaba otra que Portugal, ya que no exigían ningún idioma.

Y aquí llevo un mes justamente hoy en Braga, una ciudad bella para vivir, apasionada para conocer y fiestera para disfrutar. Los días para los estudiantes que venimos de fuera se te hacen cortos entre papeleo en la universidad, las clases y los eventos nocturnos. No hay quien haya pegado ojo en estas 4 semanas.

Noches de cumpleaños para un piso, noches de cerveceos para otro, y noches de risas en el de todos. No hay día en el que no te hayas reído un rato con tu compañero de piso; no hay día en el que no te digan pues mira este anoche cómo iba..., pues mira el otro...; no hay día en el que te pares a ordenar tus apuntes, eso aquí no existe; y finalmente, no hay día en el que tus amigos españolitos Erasmus no tengan plan para salir por la noche.

Son muchos días los que sales de fiesta y ves de todo, muchas noches en las que te conviertes en mero búho de la noche. Con fuerza llegaron mis compañeros a Torre Verde, el edificio por excelencia de los Erasmus españoles. Esto es un no parar, y ellos pues normal, también vienen a disfrutar.

Es normal que vengas a pasártelo bien de Erasmus, y también normal que vengas con la idea de estudiar lo mínimo posible, o incluso nada. Cierto que haces poco, o por lo menos intentas arreglártelas para coger las asignaturas que menos trabajo tienen. Somos así de flojos, o así de listos.

Pero todo lo formal que tenemos de día, lo perdemos de noche. A demasiados nos ciega la noche, y algunos hasta pierden la cabeza por ella. Parece que por estar a más de 500 kilómetros de sus hogares ya pueden con cualquier cosa en su vida. Y es verdad, cada uno es libre de hacer lo que quiera con su vida. Pero escuchen, en la ciudad donde viven en España o incluso muy cerca, estoy seguro que pueden hacer lo mismo que aquí están intentando. No entiendo por qué esa "exaltación Erasmus" como si fuera el fin del mundo. 

En este mes la frase que más habré escuchado por los estudiantes Erasmus es "Aquí se viene a follar". Correcto, es lo más sano que hay para el resfriado y para el dolor de cabeza. Pero esto ya está sobrepasando unos límites extremos. Aquí parece que todo el mundo viene sin novia, y el que la tiene pasa olímpicamente de ella, la pobre no cabrá ni en el avión. Yo no voy a ser aquí el padre de todos, es más, me da exactamente igual lo que hagáis con vuestro año Erasmus, disfrutarlo lo más que podáis, pero tened cabeza. Que españoles somos muchos, y ese buen "feeling" que tenemos todos no tendría que romperse por esos líos que estáis teniendo entre unos y otros. 

Y otra cosita, eso que llevo escuchando que todas las relaciones terminan rompiéndose de Erasmus. Mira lo que les digo a estos, yo no pensaba venir con novia, pero mira, surgió y aquí la tengo. Empezó siendo una amiga y ya mismo hacemos más de un año, algo de lo que estoy muy orgulloso. Virginia Gálvez González se llama, y lo pongo por escrito, para que cuando llegue junio digáis pues joder, sí que la quería. Dentro de todo el mamoneo que estoy viendo por aquí, no hay mujer en este mundo que a día de hoy me haya aportado tanta felicidad en tan poco tiempo, algo que muy pocos pueden decir. Y no me voy a poner moñas por aquí, es algo que nunca me gustó públicamente pero mira, algún día tenía que llegar, y que mejor que con ella. Creo que queda bastante claro. 

Así que españolitos, a disfrutar y vivir la vida cada uno a su manera, que no todos somos iguales. ¡Que tengáis un feliz año Erasmus!