Y es que no hay nada más confortable que el renacer de una amistad con un viejo amigo. Ahí se demuestra la verdadera esencia de la amistad y la ganas por tener esas largas charlas que nos contábamos el uno al otro.
No se si será por los exámenes, por el estrés o por el espíritu navideño, pero sin duda hemos venido de las vacaciones con ganas de hablar, sí hablar. Ustedes diréis "es que yo soy muy tímido". No importa, siempre habrá alguien que te saque esas palabras, siempre habrá alguien que te saque ese lado más infantil y por supuesto, siempre habrá alguien que te saque ese lado más íntimo.
Pues dicho esto, no quiero hablar más para que todo siga así y por muchos años. Simplemente deciros que llevaros bien con todos, no seáis injusto con la vida y disfrutad de vuestros amigos, pues es lo que siempre os quedará.
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