Van pasando los años, y cada vez más deprisa sin darnos cuenta. Ahora comienza un nuevo año, y dejamos atrás recuerdos inolvidables que perdurarán en nuestra memoria, ya sea por los buenos como por los malos momentos vividos.
Y es que el 2011 no ha sido un año fácil. Mejor dicho, ningún año es fácil. Pero intensamente éste ha sido probablemente uno de lo más duros y a la vez, de los que más hemos aprendido. Recuerdo yo aquel niño que solía llegarse de casa en casa por la mañana para jugar al fútbol por la tarde, entonces tenía tan solo 10 añitos. Y ahora con 20 años, un simple toque o un sencillo privado y nos presentamos más de 10 hombres en el pabellón. Como pasan los años....
Y es que este año 2011 quedará guardado en la agenda de los mejores recuerdos tanto por las grandes adversidades que hemos tenido que pasar, como por los logros y nuestra superación constante gracias a la familia y los amigos.
Es cierto que no empezó muy bien del todo, también es cierto que fue empeorando incluso. Pero una vez que uno se quita la venda de los ojos, y deja ver más allá concibiendo la pura realidad, ahí es cuando tienes el camino libre para seguir adelante. Porque tú sólo, va a ser muy difícil que te la puedas quitar, no puedes encerrarte en tu mundo, pues acabarás siendo un simple sumiso.
Llegó la hora de levantarse y mirar al frente. Los pájaros empezaron a cantar de nuevo, el cielo ya no era gris, las noches te llamaban e incluso alguna chica que otra hizo que volvieras a confiar en el ámbito femenino y no cayeras en el pozo del desprestigio.
La familia, un parte imprescindible en tu vida, pero no menos será la parte de tus amigos. Aprende a escucharles a todos, o por lo menos a los más íntimos, pero no a uno solo. Pues no sabes si ese único confidente te va a llevar por el mejor camino para tí o sólo te va a dar ánimos para que hagas lo que tu corazón te pida, ahí está la verdadera esencia de la amistad.
Pues una vez que pudimos salir de la cueva, poco a poco, nos fuimos adentrando en la sociedad de dónde veníamos y de donde habíamos desaparecido. Fue una constante lucha por recuperar lo perdido, y que con esfuerzo y constancia, lo que uno se propone, lo logra.
Y es que no puedes bajar nunca la cabeza, nunca. Como decían por ahí, si te caes 7 veces, te levantas 8, y si te caes otra, pues te levantas más rápido. Pero no me digas que no puedes, tienes 2 brazos, 2 piernas, una mente, para qué pides más, lucha por ello y cállate.
Tanto decir que no puedo estudiar, que si no es lo mio, que no nací para ello. ¿Saben qué os digo? Yo no creo que nadie naciera para nada, aquí cada uno desde que nace se va formando, se va creando, y de ahí nace el niño del mañana. Cierto es que algunos según las relaciones en las que se formen, podrán llegar a ser una persona u otra, pero eso no quita para que tú de nacimiento nacieras vago y perezoso por defecto.
No vale rendirse tan fácil, no vale tirarlo todos por los suelos. Tienes la materia prima para llegar lejos, un año dejas atrás, y un nuevo año entra cargado de ilusiones. Hazle honor a tus padres, y lucha como ellos han luchado en esta vida para sacarte adelante. Piensa en tus futuros hijos y nietos.

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